Reflexionando sobre el documental «El impuesto rosa»

Muchos productos y servicios para mujeres cuestan más que los equivalentes para hombres… ocurre hasta en productos infantiles (cuya única diferencia es el color). Lo justifican con cuestiones de marketing y segmentación de mercado… ¿Somos conscientes de que pagamos más por una cuestión de género?, ¿y si apostamos por productos más neutros no discriminatorios?

El entramado psicológico que sostiene estas diferencias de precios (sobre todo en industrias como la cosmética, higiene, moda…) no es difícil de adivinar. Muchas están dispuestas a pagar altos precios por su aspecto y se asume la creencia generalizada de que cuanto más caro es algo es porque es mejor. Este resumen-reflexión que a continuación desarrollo vino suscitado tras ver el documental «El impuesto rosa» hace un par de años.

La misma empresa realiza dos cremas para la cara (ejemplo que aparece en el documental) según sean para hombres o mujeres. Las diferencias en sus componentes no asumen diferencias de calidad y sus inversiones económicas son similares pero sí éstas cambian en textura, olor, sensaciones en la piel, embalaje, imagen, anuncios… y en precio. La empresa quizás sí gaste más para la publicidad de la crema de mujer contratando a la actriz de moda y publicitándola más. Las diferencias no son de calidades sino de imagen. Y entran muchas de esas marcas en el mismo juego: «si no la pongo cara parecerá que no es buena, no podrá competir con las otras». Un juego muy lucrativo que conviene conocer.

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Imagen del «El impuesto rosa» (LSChannel)

Personalmente en el supermercado no me había dado cuenta de las diferencias de precios entre marcas y géneros porque los dos sexos considerados tienen su espacio separado, por cual es más difícil reparar en ello. Evidentemente, realizar productos para dos sexos en vez de un producto para tod@s hace que en muchas casas se gaste mucho más dinero del que se gastarían con un producto para tod@s, y eso compensa… Los productos están tan estereotipados que nos parecería de locos que una mujer se comprara una crema de hombre y oliera a perfume masculino o mismamente ella podría pensar «¡pero si esta crema no está adaptada para mi piel!». Las marcas saben que el niño no retomará la bici de su hermana mayor porque es rosa fucsia… tendrán que comprar otra nueva para él.

Ya no entro (hoy) en las repercusiones de todo esto en l@s niñ@s y las limitaciones identitarias y de crecimiento que puedan generar las asociaciones de géreno en sus juguetes. En muchos casos dos mundos muy diferenciados en colores, formas, profesiones, herramientas, lugares, aspiraciones…

El impuesto rosa-documentalEscena del documental «El impuesto rosa» (LSChannel)

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